Capacitaciones para progresar en Uspallata contrastan con la pancarta que no da trabajo

La convocatoria a una capacitación, realizada por PSJ, reveló la necesidad de empleo en Uspallata, y la profunda necesidad de oportunidades laborales en las zonas rurales.

La alta demanda que tuvo la inscripción para un curso gratuito de perforación diamantina en Uspallata es mucho más que una noticia local. Puede ser considerado un termómetro social y económico que mide la necesidad de empleo formal.

En Uspallata, el Estado es el principal generador de empleo , mientras que el sector privado ofrece mayormente puestos temporarios y precarios, ligados a ciclos agrícolas y turísticos, que no garantizan estabilidad. Los salarios son insuficientes y la dependencia de «changas» o asignaciones estatales es la constante para muchos.

En este escenario, la respuesta de Uspallata a la capacitación en perforación diamantina ofrecida por PSJ sorprendió a la misma empresa, que vio superada la expectativa con creces. Con 148 inscriptos para 40 cupos (en sólo tres horas), el interés superó en un 370% la oferta inicial. Este dato no es un caso aislado, sino que es la manifestación de una urgencia generalizada en las áreas rurales.

Un ayudante de perforaciones diamantinas tiene un salario mensual de aproximadamente $1.200.000 (mas aportes, vacaciones, obra social). Comparar esta cifra con el ingreso rural promedio revela el verdadero impulso detrás de la masiva inscripción. Es la promesa de una transformación económica radical. Si una oportunidad de formación técnica, vinculada a una industria con potencial de empleos calificados y mejor remunerados, genera tal demanda en Uspallata, es razonable creer que una situación similar se replicaría en muchas otras localidades rurales de la provincia.

Lo que se puede inferir tras estos datos, es que la gente no está pidiendo un debate ideológico; sino que está demandando herramientas y oportunidades concretas para progresar. Por eso, dentro de los grupos que apoyan el desarrollo de la minería en ese distrito de Las Heras, consideran que el interés mostrado en la primera capacitación netamente técnica ofrecida por la empresa minera, demuestra que se está construyendo una licencia social a partir de una visión más pragmática dentro de una sociedad en la que carecen de oportunidades.

Empleo estable y calificado

La minería, en este contexto, no es solo una actividad económica; es percibida por los interesados como una fuente de empleo estable y calificado que puede terminar con la informalidad.

La alta demanda por el curso de perforación diamantina en Uspallata es un mensaje claro. Hay una alta necesidad de oportunidades laborales que brinden estabilidad y salarios significativamente superiores al promedio rural. Es una señal de que el foco debería estar en generar desarrollo local y oportunidades tangibles, más allá de los debates teóricos.

Esquel y el cartel que no da trabajo

El modelo revolucionario de la pancarta que no genera empleo, pero tiene algo que ninguna otra actividad ofrece: permite sentirse moralmente superior, aunque no haya un plato de comida en la mesa para muchos. Raro, ¿no?

Empleo

¿Para qué desarrollar minería, atraer inversiones o fomentar la industria y desarrollo de proveedores, si podemos imprimir carteles, marchar una vez al mes y repetir consignas vacías sobre un “modelo alternativo” que nadie explica?

Mientras tanto, la temporada invernal 2025 en La Hoya terminará en algunas semanas. Las reservas hoteleras no se completan, y los comercios atraviesan una dura realidad de bajas ventas.

Para los antimineros , los responsables son siempre otros: el concesionario privado, el gobierno, el clima, la inflación, la globalización. Nunca —jamás— el hecho de haber rechazado hace dos décadas un proyecto minero , infraestructura y sueldos por encima del promedio.

Hoy, mientras algunos celebran que el oro seguirá enterrado por algunas décadas más, la ciudad se sostiene con changas como el raleo de pinos y la caza de liebres. Sí, la liebre: el nuevo símbolo de la resistencia productiva. No hay minería, pero hay liebres. ¿Quién necesita desarrollo cuando se puede vivir de la zafra de la liebre ?

Mientras tanto, Esquel sigue sin trabajo y en crisis (empresarios remarcan que la caída se nota en el rubro alimentos, Diario Jornada). Pero eso sí: con conciencia ambiental y con pancartas antimineras . Porque aunque no haya trabajo, siempre hay alguien dispuesto a explicar por qué el oro «contamina» y el desempleo no.

Ni hablar de que los activistas declaran estar en contra de la minería, pero usan minería mientras respiran. No se entiende el doble discurso.

UOCRA Esquel registra más de 4.000 desocupados en el área de la construcción

No es una cifra al azar. Es la afirmación del secretario general de UOCRA Esquel, Agustín Conturso, en una publicación del medio El Chubut, en el mes de Mayo. Un número muy triste para una población de menos de 40 mil habitantes. El 10 por ciento de los habitantes de Esquel, que podrían tener un empleo en minería, no cuentan con trabajo, porque hay gritones que imponen su voluntad con carteles y bombas molotov.

El desarrollo no es una mala palabra. Hoy existe la minería responsable, moderna, que debe ser controlada, y tener licencia social real. No lo sabían? Solo hace falta mirar las políticas de Salta, La Rioja, Jujuy, Catamarca, San Juan, Malargüe, Santa Cruz, en donde las comunidades participan activamente. Si, también es Argentina. Pero si los antimineros cierran los ojos y se tapan los oídos, es seguro que se seguirán escondiendo en su realidad alternativa, y también es seguro que el desarrollo económico se seguirá atrasando.

Con información de MDZOL ,Agenda Industrial, El Chubut, Diario Jornada